Francisco Rodríguez: «No hay evidencia de que la Misión Robinson tenga algún efecto»

Francisco  Rodríguez:

“No hay evidencia de que la Misión Robinson tenga algún efecto”

A partir de un estudio académico realizado por cuatro investigadores en centros de estudio de los Estados Unidos y Venezuela, queda demostrado no sólo que el programa de alfabetización local es el más costoso del mundo sino que no existen pruebas para demostrar que haya disminuido el analfabetismo en Venezuela.

Francisco Rodríguez

Milagros Socorro

-Las misiones son una estrategia de propaganda. En Venezuela, aunque el Gobierno asegura lo contrario, hay un millón de analfabetas. Y no hay un millón y medio, como se aseguró al comienzo de Misión Robinson, porque nunca los hubo. Pero, a pesar de que no hay evidencia de que se haya acabado con el analfabetismo, mucha gente lo cree, entre otras cosas, porque el Presidente declaró a Venezuela “Nación Libre de Analfabetismo”, el 28 de octubre de 2005, en el Teresa Carreño. Esto demuestra otra vez que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.

Estas son afirmaciones de Francisco Rodríguez, doctor en Economía de la Universidad de Harvard y quien fuera jefe de la Oficina de Asesoría Económica y Financiera de la Asamblea Nacional (2000-2004).

En breve visita a Venezuela, Francisco Rodríguez, quien desde 2005 es profesor de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Wesleyan, se refirió a los resultados del trabajo titulado “¿Libre de analfabetismo? Una mirada cercana a la campaña de alfabetización Robinson de Venezuela”, realizado en equipo con los académicos Chiang-Tai Hsieh y Edward Miguel (profesores de la Universidad Berkeley) y Daniel Ortega, profesor del IESA, con doctorado en la Universidad de Maryland.

Los cuatros estudiosos se decidieron a trabajar con la Misión Robinson a partir de la declaración del Gobierno en el sentido de que en Venezuela se había reducido el analfabetismo a menos del 0,1% de la población, lo que no coincidía con los datos arrojados por las Encuestas de Hogares, donde se refleja que en el país hay muchos más analfabetas de los que reconoce el Gobierno.

-¿Qué son las Encuestas de Hogares?

-Las Encuestas de Hogares (EH), son producidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) desde los años 60, con el objetivo de evaluar variables como desempleo, salarios e ingresos, y desarrollo humano. Tienen un nivel muy distinto a las encuestas de opinión pública, son como mini-censos. Cada diez años se hace un censo y, en el periodo entre éstos, como no podemos quedarnos sin estadísticas, se hacen dos EH anuales en unas 250 mil personas. Y ha llegado a aplicarse hasta a medio millón. Estas encuestas están a disposición de los investigadores y fue así como nosotros, por los medios oficiales, las adquirimos.

-Esas encuestas y sus resultados, ¿son confiables?

-Totalmente. Las EH están basadas en una metodología estándar, que Venezuela ha adoptado conjuntamente con muchos otros países, que las usan  para elaborar sus estadísticas oficiales.

-Sin embargo, que a partir de esos resultados, el Gobierno anuncia logros que no son del todo visibles.

-Nuestra investigación se concentró en el analfabetismo. Pero, en términos más generales, puedo afirmar que, en un estudio realizado con la economista María Antonia Moreno, encontramos una reducción de la pobreza en los últimos años. Claro que hay que hacer varias salvedades: en Venezuela la pobreza suele disminuir cuando hay crecimiento económico. La pobreza disminuyó durante el primer boom petrolero, en los años 70; y lo hizo, en efecto, mucho más fuertemente que durante este periodo. La economía venezolana está creciendo porque el precio del petróleo ha subido a casi 60 dólares el barril, después de haber estado en alrededor de ocho dólares. Esos hallazgos dependen también de cuándo se comience a medir: cuando el Gobierno saca las estadísticas de pobreza, lo que hace es una comparación entre las cifras más recientes con las del 2002-2003, cuando hubo una recesión económica muy fuerte. La comparación que debería hacerse es con toda la gestión de Gobierno para evaluar cómo es la pobreza hoy en día en contraste con la que encontró Chávez cuando llegó al poder. Cuando se hace esto, uno se encuentra con una mejoría muy ligera, que no se corresponde en absoluto con el grado de crecimiento económico que ha habido. Esto revela que el Gobierno ha sido ineficiente para usar el crecimiento económico para reducir la pobreza.

Más maestros que alumnos

-¿Por qué decidieron analizar Misión Robinson?

-De acuerdo con las estimaciones oficiales, Misión Robinson (MR) fue un programa gigantesco, capaz de alfabetizar a millón y medio de personas. Y capaz, siempre según las cifras oficiales, de movilizar entre 1% y 2% de la fuerza de trabajo del país. Esto significa que entre 100.000 y 200.000 personas fueron movilizadas como facilitadores de MR. La memoria y cuenta del Ministerio de Educación, de 2004, da una cifra de 210.000 facilitadores; y la Escuela de Gerencia Social da una cifra de 111.000. Si tomamos la suma menor, tenemos un 1% de la fuerza laboral venezolana trabajando como facilitadores solamente de MR. Se trata, pues, de un programa gigantesco, que debía tener un impacto muy visible. Nos pareció, por eso, un programa ideal para un ejercicio de evaluación.

-¿Y qué consiguieron?

-Que no hay ninguna evidencia de efectos significativos de MR. En Venezuela no se ha reducido el analfabetismo en dimensiones de importancia. Aquí había, en el primer semestre 2003, justo antes de lanzarse MR, 1.108.000 analfabetas. Y en el segundo semestre de 2005, después de finalizada MR, había 1.016.000 analfabetas. Hay, pues, sólo 92.000 analfabetas menos.

-De manera que hubo más facilitadores que alfabetizados; y, según el Ministerio de Educación, habría más del doble.

-Exactamente. Pero, además, no todas estas 92.000 personas fueron alfabetizadas: en algunos casos se trata de personas de muy avanzada edad que fallecieron. De manera que salieron de la estadística no porque aprendieron a leer y a escribir sino porque murieron.

El programa más caro del mundo

-¿Qué arrojó el estudio con respecto a los montos invertidos en Misión Robinson?

-Una serie de inconsistencias. Por ejemplo: el Ministerio de Finanzas asignó solamente 80 millardos para el pago de MR, pero la cancelación de Bs. 160 mil, que el Gobierno se comprometió a pagar a los facilitadores, nos da una cifra de entre 425 millardos y 723 millardos (dependiendo de qué cantidad de facilitadores manejamos, porque, como vimos, hay divergencia según la fuente que se maneje). Estamos hablando solamente del pago de salarios a los facilitadores, sin contar ningún otro rubro. Hay contradicciones oficiales en las cifras que el Gobierno da acerca de la magnitud del esfuerzo alfabetizador y las que da en relación al gasto que se hizo en MR, así como en las cifras asociadas al empleo público. En Venezuela no hay evidencia de que se haya movilizado entre el 1% y el 2% de la fuerza laboral como alfabetizadores. Si dos de cada cien personas hubieran encontrado un trabajo en MR, eso se vería. Nosotros creemos que la cifra fue mucho menor y que la versión oficial no representa la realidad.

-¿Cuánto costó, finalmente, cada alfabetizado?

-El problema es que es muy difícil identificar incluso que hubo alfabetizados. Pero partiendo de que los hubo, y que fueron 92.000, nuestros cálculos nos dan cifras que llegan hasta 977 dólares por persona. Ahora, si tomamos la cifra del Ministerio de Finanzas, que habla de 80 millardos destinados a MR (para el cambio del momento, 50 millones de dólares) y los dividimos entre 92.000 alfabetizados, eso nos da un total de 543 dólares por persona. Esta cifra la manejamos en dólares para hacer la comparación con los costos de alfabetización internacionales.

-¿Cuánto cuesta alfabetizar una persona en otros países?

-La UNESCO hizo un estudio reciente sobre programas de alfabetización en 29 países del mundo. El costo promedio de esos programas es: en África, 47 dólares por persona; en Asia, 30 dólares; y en América Latina, de 61 dólares. El programa más costoso de los estudiados por UNESCO fue el de Bolivia, que costó 199 dólares por persona. Esto implica que, aún partiendo de cálculos sumamente conservadores, Venezuela gastó más del doble que el programa más caro del mundo.

-¿Qué rubros quedaron fuera del cálculo hecho por el estudio?

-En nuestro cálculo no tomamos en cuenta el dinero invertido en: 2 millones de libros de textos, 200.000 manuales para entrenadores, 80.000 televisores y aparatos de VHS, un millón de cassettes de VHS, un millón de bibliotecas familiares y 300.000 pares de lentes, que, desde luego, Venezuela no recibió de gratis sino a través del convenio petrolero con Cuba. De manera que a esos 543 dólares por persona debemos añadir todos estos costos.

No hay evidencia de efectos

-¿Cuáles fueron las conclusiones del estudio?

-A partir de los datos, conseguimos que no se había producido una reducción del analfabetismo, como lo había anunciado el Gobierno ni muchísimo menos. Y luego nos preguntamos si podíamos detectar algún impacto de MR; es decir, si esos 92.000 alfabetizados se debían a este programa o al cambio en la estructura poblacional por grupos de edades. Porque el hecho es que, a través del tiempo, el analfabetismo se ha venido reduciendo en Venezuela; y en muchas ocasiones la tasa de analfabetismo bajó, aún sin MR e incluso el descenso fue más significativo que con ésta. En conclusión: nosotros no conseguimos ningún crecimiento de la alfabetización estadísticamente significativo asociado con MR.

-¿Eso implica que Misión Robinson no tuvo ningún efecto?

-No. Eso implica que nosotros no conseguimos evidencia de efectos. No encontramos una sola señal clara de que se hubiera producido un efecto. Y lo más grave es que sigue habiendo un millón de analfabetas en Venezuela, que el Gobierno ha excluido, ha borrado, ha decretado que no existen.

-¿Es posible que en el Gobierno haya claridad con respecto al fracaso de MR?

-La política social de este Gobierno no cuenta con mecanismos de evaluación de sus programas. Es común a todas las organizaciones que las personas encargadas de cumplir una meta reporten que lo hicieron, pero eso debe ser verificado. A principios del programa, el Gobierno declaró que había un millón y medio de analfabetas (lo que, por cierto, es muy cuestionable, porque el Censo de 2001 dice que había 1.08 millones de analfabetas y las EH revelan la existencia 1.1 millones justo antes del inicio de MR) pero el Ministerio de Educación calculó 1.5 y, con base en esa cifra, se crearon unas metas. Después de un cierto tiempo los encargados de MR reportaron que cumplieron esa meta. Y nadie comprobó la veracidad de esos resultados. Eso evidencia una falta de capacidad para gerenciar los asuntos públicos, porque no es posible que se diseñe un programa social de esta magnitud sin prever los mecanismos de verificación de sus logros.

“Un desastre de dimensiones incalculables”

Al preguntarle si las conclusiones de su estudio sobre Misión Robinson podrían aplicarse al resto de las misiones, Francisco Rodríguez dice que Mercal y Barrio Adentro, por mencionar algunas, son muy distintas. “Las estamos estudiando en este momento y es posible que obtengamos resultados diferentes, partiendo siempre de que no hay información suficiente y de que ninguna misión es supervisada como corresponde a todo programa social”.

–Yo creo –añade- que cuando los venezolanos manifiestan estar de acuerdo con las misiones lo que están expresando es su acuerdo con que haya programas sociales: aprueban la idea de las misiones, lo que no significa que éstas los hayan favorecido. Ahí está el experimento de Datanálisis, en el que 20% de venezolanos dice haberse beneficiado con la Misión Patria, que no existe. Lo que sí puedo afirmar es que las EH tienen un módulo adicional de evaluación de las misiones, que el Gobierno no ha hecho público. Nadie sabe qué pasa en el interior de las misiones.

“Y lo mismo se aplica a todas las finanzas públicas. Yo creo que los venezolanos no estamos conscientes de las dimensiones del problema fiscal que va a dejar este Gobierno, con el agravante de que Pdvsa está en una gran precariedad y su capacidad productiva se encuentra en muy bajo nivel; de hecho, el Gobierno ha procurado el recorte de la cuota OPEP para esconder su incapacidad para producirla. Pero aún sin tener la información completa puedo asegurar que el desastre venezolano es de dimensiones incalculables. Cuando en Venezuela se produzca un cambio democrático, el país tendrá que enfrentarse a una situación muy difícil, que habrá que encarar con mucha responsabilidad”.

Publicado en El Nacional en 2006

5 comentarios en “Francisco Rodríguez: «No hay evidencia de que la Misión Robinson tenga algún efecto»

  1. Analfabeta, Chávez lo pudo haber dicho pero fue La Unesco que reconoció esta labor y declaró a Venezuela como territorio
    libre de analfabetismo el 28 de octubre de 2005. Además, el pasado 27
    de agosto, durante la presentación del informe de seguimiento de los
    objetivos del programa Educación Para Todos (EPT), también reconoció
    que Venezuela lidera en América Latina y El Caribe la lucha contra el
    analfabetismo.

    1. Si Dulce, pero te informo que los informes que prepara la Unesco los elaboran a partir de las cifras que le suministra el gobierno de cada país.

  2. Este Dr. Es un timador de oficio. Un vendedor de sueños irrealizables. Un asalariado del gobierno de los EEUU, para anexar con la dolarizacion las economías del mundo.

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