El cine según… Carolina Jaimes Branger

Milagros Socorro.- Carolina Jaimes Branger es escritora venezolana. Ingeniera de Sistemas con maestría en Educación, es articulista, conductora de radio y conferencista. Ha publicado: El anclaje del subdesarrollo, ensayo, 2003; Los 7 encuentros, cuento infantil, 2008; Yo nací en esta ribera, ensayo, 2010 y Carmen, de primavera, biografía, 2010.

–¿Qué estrella de cine persiste en su admiración desde su infancia?

–Definitivamente, Christopher Plummer. Me enamoré de él desde la primera vez que vi La novicia rebelde. Nunca en mi vida había visto -ni creo que veré- un hombre más buenmozo, atractivo y elegante.

–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?

–Todas las películas de Leni Riefenstahl. Una excelente directora del cine mudo, (como Das blaue licht, 1932) con técnicas inventadas por ella misma que revolucionaron al cine de Orson Welles para abajo y que aún se usan, se inmoló por su relación con el partido nazi… Sus películas El triunfo de la voluntad (1934) y Olimpia (1936), artística y técnicamente alabadas y copiadas por Hollywood, pasaron a la Historia como mera propaganda nazi.

–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?

La novicia rebelde. La he visto tantas veces que me sé casi todos los diálogos. También La Cenicienta y La Sirenita. Mis hijas las vieron cientos de veces, incluso dos veces diarias y yo las veía con ellas. Motu proprio, creo que la que más he visto es Cinema Paradiso. No me canso de admirarla. Me mueve y me conmueve. Está bien hecha, bien actuada, bien concebida y excelentemente lograda. Soy gran admiradora del cine europeo, en particular del italiano.

–¿Cuál es el mal actor (o mala actriz) cuyas interpretaciones usted, sin embargo, disfruta?

–Me he carcajeado viendo actuar a Lupita Ferrer y a Raúl Amundaray, pero sospecho que ellos no cuentan como cine. Siempre me sorprendió que personajes tan plásticos y cursis se tomaran tan en serio.

–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?

Calígula. Fui con una amiga. Teníamos 19 años y mucha curiosidad. Como la película era censura X, no queríamos que nos vieran cuando prendieran las luces al final y nos salimos antes. Con lo que no contamos fue con que habría una gran cola de gente afuera, esperando la siguiente función, y armaron tremenda algarabía cuando nos vieron. Por fortuna, si alguien nos reconoció, nunca se lo comentó a nuestros padres.

–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?

–Varias cosas: que sea excesivamente lenta o excesivamente rápida, que los diálogos no sean creíbles y sobre todo, detesto las escenas violentas y de sexo gratuito, para compensar la falta de originalidad.

–¿Ha copiado alguna vez un modelo de vestido, un peinado, un gesto o una actitud de algún actor o actriz?

–Pasé como cinco años haciéndome el «rollete» para tener el pelo liso como Ali McGraw en Love Story. Misión imposible. En los 70 logré peinarme como Farrah Fawcett.

–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?

The bridges of Madison County. La vi como cuatro veces y cada vez lloré más que la anterior. Me imagino que coincidió con una época en la que me sentía tan sola y tan triste como la protagonista.

–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?

–Una de Almodóvar que se llama Crimen ferpecto. Todos los enredos y las situaciones que de ellos se derivaban me resultaron divertidísimos, aún la segunda vez que la vi. También Mujeres al borde de un ataque de nervios, del mismo director. Ambas admirables. Estoy convencida de que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar.

–¿Cuál es la peor película que ha visto en su vida?

–He tratado de borrar de mi mente las películas malas. Pero recuerdo a María, basada en la novela de Jorge Isaacs, tan mala o peor que el libro. La casa de los espíritus, basada en el libro de Isabel Allende, que resultó una casa sin espíritus, a pesar de tener un excelente reparto. Cleopatra, con Elizabeth Taylor y Richard Burton, me pareció pésima. Y una que vi de adolescente, que era tan mala que todavía la recuerdo: En un día claro se ve hasta siempre, con Barbra Streisand e Yves Montand.

–¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?

–Definitivamente, de Christopher Plummer en La novicia rebelde. Mejor dicho, de su personaje del Capitán Von Trapp.

–¿Qué parlamento de película suele citar en sus conversaciones?

–No es un parlamento, pero he citado varias veces el plot de una película de los años 80, que en inglés se llamaba Peggy Sue got married (creo que en español la llamaron Peggy Sue, su destino la espera). La promocionaban como una «divertida comedia» y a mí me resultó una reflexión profunda sobre qué haría yo si pudiera volver al pasado con la experiencia que tengo hoy y la potestad de cambiar el futuro. Es una interrogante que en ocasiones he planteado a mis amigos.

Otra película que me marcó y que en ocasiones he citado para demostrar cuán absurdas son las guerras, es Mediterráneo, que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 1991. Un comando italiano llega a una isla griega en 1941, cuando Italia era aliada de Alemania. El barco que debe buscarlos naufraga y los italianos se integran a la vida de los isleños de diferentes maneras, bellamente narradas. Tres años después llegan los ingleses, a quienes todavía creían «enemigos» porque a la isla no llegaba ningún tipo de información, hasta que se enteraron de que los italianos habían cambiado de bando y los ingleses ahora eran aliados. Una historia poderosa, con un argumento estremecedor y excelentes actuaciones.

–¿Quiénes son la actriz y el actor que más admira en la actualidad?

–Entre las mujeres, no tengo dudas de que mi escogida sea Meryl Streep. Es una gran actriz en toda la extensión de la palabra y por su versatilidad convence desde su interpretación como la sufrida madre judía que debe escoger entre salvar la vida de su hijo o su hija en Sophie’s choice, hasta la madre informal y hippie de Mamma Mia. También me gustan mucho Julianne Moore y Marion Cotillard.

Entre los hombres, me encanta Anthony Hopkins, por las mismas razones que me gusta Meryl Streep. Y aunque muy encasillado en papeles de loco, me fascina Jack Nicholson. Tom Hanks es uno de mis favoritos. Además de ser buen actor, me atrae como hombre. Y George Clooney y Richard Gere, aunque la película sea mala.

–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?

–Detesto a Schwarzenegger, Stallone, Van Dam… Todos esos personajes tipo Terminator. Jim Carrey me parece bobo, repetitivo y mal artista. Otro tanto, en menor intensidad, me pasa con Adam Sandler.

–¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?

–En una película nunca, pero un grupo de teatro ítalovenezolano, que se llama I Camerotani, montó una obra de teatro basada en un artículo que yo escribí, donde la protagonista era yo, una periodista venezolana. Es inenarrable la emoción que sentí al verme interpretada en las tablas.

–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?

–Varias veces me han dicho que me parezco a Angela Cartwright, tanto de niña como de adolescente y adulta, lo que siempre me ha caído como un piropo.

–Cuando se lleve al cine su vida, ¿qué genero preferiría? ¿quién le gustaría que la dirigiera? ¿qué actor le gustaría que hiciera su papel? ¿qué actores y actrices quisiera que estuvieran en los otros roles? ¿cómo empezaría la película y cuál sería la escena cumbre?

–Quisiera responder que «un chick flick», pero no puedo. Sería una comedia dramática o un drama divertido. En mi vida ha habido de todo: felicidad, tristezas, opulencia, estrecheces, triunfos, fracasos, altos y bajos… Me gustaría que el director fuera Steven Spielberg, para que mucha gente la viera. Y, como es una suposición, voy a fantasear: me gustaría que me interpretara Vivien Leigh y que en otros roles estuvieran Marcello Mastroianni como mi papá, Merle Oberon como mi mamá, William Hurt como mi ex marido, Meryl Streep, Julia Roberts y Julianne Moore como mis hijas, John Cusack y George Clooney como mis hermanos y Christopher Plummer como mi pareja actual. La película empezaría con una escena de una niñita inquieta, tremenda, con mucha curiosidad, alborotando un nido de pegones con el palo de una escoba. La escena cumbre no sé cuál sería porque no quiero pensar que el momento cumbre de mi vida lo dejé atrás, sino que lo tengo por delante.

–¿Qué película está ligada a su vida?

–No puedo nombrar una película en particular. Las películas que he visto a lo largo de mi vida las relaciono con el momento que estaba viviendo. Las películas infantiles me traen no solo buenos recuerdos de mi infancia, sino bellísimos recuerdos de la infancia de mis hijas. Las películas románticas me siguen atrapando. Las que tienen que ver con viajes en el tiempo me fascinan. También los dramas sicológicos y las películas basadas en hechos históricos.

–¿Cuál es la historia que el cine nacional debe filmar cuanto antes?

–»La caída estrepitosa de Venezuela, un país que lo tiene todo».

–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?

Porque preferí estudiar Ingeniería, antes que acostarme con cualquiera de los directores…

 

@MilagrosSocorro

3 comentarios en “El cine según… Carolina Jaimes Branger

  1. Gracias, Mila, por una entrevista tan refrescante. Como te dije, disfruté mucho respondiéndola, porque me trajo gratos y divertidos recuerdos.

  2. Excelente fan del cine y conocedora resultas, Carolina; qué maravilla. Gracias por tu elocuencia y gracias a Milagros por la fresca entrevista. Alguna intuición me hace suponer que algo similar debe ocurrirte con la ópera; ojalá. Éxito.

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