El cine según… Olegario Barrera

Milagros Socorro.-  Olegario Barrera es cineasta venezolano. Nació en Canarias, España y llegó a Venezuela a los 9 años. Hizo estudios de Dibujo y Pintura, Teatro y Cine. En los años 70 y 80 se vincula al grupo de PPCA CINE, donde realizó numerosos trabajos como Asistente de Dirección, Sonidista, Editor, Jefe de Producción.

Ha sido guionista y director de las siguiente películas (comenzando por la más reciente) que han ganado más de 45 premios:El Manzano Azul, Una Abuela Virgen, Fin de Round, Un Domingo Feliz, Operación Billete y Pequeña Revancha.

Actualmente vive en Margarita donde comparte su afición por la navegación a vela con la pintura, la fotografía y el desarrollo de nuevos proyectos de cine.

–¿Qué estrella de cine persiste en su admiración desde su infancia?

–Si me remonto a mi infancia, la primera imagen que aparece es la de Marilyn Monroe, desnuda sobre una sábana de terciopelo rojo, en la famosa foto que salió en el primer número de Playboy de diciembre de 1953. La foto, tomada en 1949, iba a ser parte de un calendario que nunca se publicó en Estados Unidos, pero a mis manos sí llegó en forma de calendario, tipo ‘taller mecánico’, en el año 56. Imposible recordar cuánto tiempo la mantuve doblada y escondida, ni de cuántas masturbaciones fue testigo…

–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?

–Si los vemos en el contexto del momento en que se filmaron, diría que ninguno.  Sin embargo, en mi opinión, cuando sacas alguna de esas películas de ese contexto, normalmente termina siendo superada por otras que vinieron luego. Esto me parece natural. Y menos mal que es así porque, de todas las artes, creo que el cine es el que evoluciona más rápido; no en su esencia, pero sí en su forma. Y ambas se complementan. Por eso me parecen absurdos los calificativos absolutistas de “la mejor película de todos los tiempos” y cosas por el estilo.

–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?

–En televisión he visto muchas repetidas, simplemente por las retransmisiones, pero en el cine, fue Blow-Up, de Antonioni. Ahora no sé exactamente por qué.  Obviamente me gustó, pero tal vez influyó el que había leído el cuento de Cortázar en el que estaba basada y hacía comparaciones; tal vez porque no lograba descifrarla bien y eso me intrigaba; tal vez porque Antonioni estaba entre los directores de moda para los que estudiábamos cine o teatro. En fin, volviendo a lo del contexto, creo que hoy la vería una vez y ya.

–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?

Pecho Cannibal, de William Sarquiz. La vi en el Festival de Cine de Mérida en el 2007. No pude terminar de verla porque me parecía un disparate desde todo punto de vista. Conversé en varias oportunidades con el director, un tipo simpatiquísimo, por cierto, pero nunca llegué a entender como él creía que había hecho algo que mereciera la pena mostrarse.

–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?

–El mal gusto o que sea aburrida.

–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?

–Recuerdo especialmente un momento, viendo Novecento de Bertolucci, en el que me desbordó la emoción y lloré un buen rato. En aquella oportunidad, fue por la emoción de una escena (la de la enorme bandera roja) y de puro placer estético ante tanta excelencia en la dirección. En ese momento sentí que nunca me acercaría siquiera a tener ni la cuarta parte del talento de Bertolucci y hasta pensé en abandonar mis pretensiones de hacer cine.

–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?

–Creo que El Profesor Chiflado, de Jerry Lewis. Logró unos gags muy ingeniosos y estupendos. En su momento fui un fan de Lewis. Creo que esa y TheBellboy (El botones) fueron sus mejores películas. Lamentablemente, luego comenzó a repetirse y exagerar su gestualidad más de la cuenta marcando el inicio de su declinación.

–¿Cuál es la peor película que ha visto en su vida?

–Nuevamente gana Pecho Cannibal. Es una lástima que el director no se la haya planteado como una parodia del cine de aventura. Pudo ser un éxito. De hecho, muchos pensaron que era en joda. Tiene un mérito: es muy difícil compararla con alguna otra.

–¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?

–¡Claaaro!,  de muchas. Pero todas a años luz de mí y, por lo tanto, se quedaron en el mundo de mis sueños.

–¿Qué parlamento de película suele citar en sus conversaciones?

 –“Are youtalkingto me?, de Robert de Niro, en Taxi Driver.

–¿Quiénes son la actriz y el actor que más admira en la actualidad?

–Imposible poner a uno solo en el tope. Hay demasiados monstruos cuya sola presencia traspasa la pantalla. Admiraba mucho al tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman.

–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?

–Muchos ‘cara bonita’ han demostrado con el tiempo que tenían potencial y se han convertido en grandes actores.

–¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?

–Sí. Cuando estudiaba teatro, mi primer profesor de actuación fue Rubén Osorio Canales. Acabada de formarse en Italia con un ex–alumno de Stanislavski y en ese momento tenía una productora. Me habló de un guión que estaba escribiendo y quería que lo protagonizáramos ambos. Yo sería su hijo en la película que nunca se concretó. También mi amigo Alfredo Anzola me ofreció el papel protagónico de su película “1888, el extraordinario viaje de la Santa Isabel”, pero no soporto oírme en ninguna grabación. Tal vez si me ofrecieran un personaje mudo…

–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?

–Morelia, mi mujer, insistía en que me parecía a Sean Connery. Yo insistí en que fuera al oculista. Lo hizo y ya se dejó de eso.

–¿Qué película está ligada a su vida?

–Creo que todos los directores dejamos algo de nosotros mismos en las películas que hacemos, más allá de su calidad. En mi caso, hay bastante autobiografía en Pequeña Revancha y en El Manzano Azul; y bastante filosofía personal sobre el tema religioso en Una Abuela Virgen.

–¿Cuál es la historia que el cine nacional debe filmar cuanto antes?

–Cualquiera que retrate de alguna manera las circunstancias políticas que estamos viviendo. Es una urgencia que, por supuesto, no se debe imponer, porque el cine serio debe partir de las necesidades más íntimas de sus hacedores. Pero ojalá que no posterguemos demasiado el día en que nuestras películas griten a todo pulmón por esta herida profunda que padecemos todos los días.Yo estoy trabajando en ello. Ojalá ese grito pueda convertirse pronto en imágenes.

–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?

–Porque sería un estrellado y maltrecho ser humano que intentó lo imposible. En algunas cosas estoy consciente de mis limitaciones.

 @MilagrosSocorro

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