Fisiología de la Mesa
La Mesa es la dirección política de la Unidad Democrática. Y ésta es, a su vez, un ideal que las masas vienen reclamando a la dirigencia con fervor creciente y a través de diversas consultas y mediciones.
Las primeras reuniones de lo que hoy es un complejo aparato político decidido a conquistar el poder, se produjeron inmediatamente después de un evento electoral, pero lejos del siguiente. Fue a raíz de la derrota sufrida por las fuerzas democráticas en la votación sobre la enmienda a la Constitución. No se hablaba entonces de la circunstancia comicial. Se hablaba de rescatar el país de la trampa autocrática que lo oprime y saquea. Ese espíritu de origen se ha prolongado; y, hasta la fecha, aunque su diligencia más visible es la designación de candidaturas unitarias para las elecciones legislativas de septiembre, la Mesa procura una coalición política permanente que vaya más allá de las elecciones. Que rebase, incluso, un triunfo irrebatible en 2012.
Con esa idea se han asociado 16 organizaciones: 15 partidos y un movimiento social y político. Los partidos son: UNT, AD, PJ, COPEI, CausaR, Proyecto Venezuela, ABP, MAS, Bandera Roja, Podemos, Vanguardia Popular, URD, MIN, Solidaridad Independiente, y el Movimiento Republicano. Y el movimiento es Voluntad Popular, organización liderada por Leopoldo López, miembro formal de la Mesa y suscriptor de sus avenimientos. Esto lo faculta para expresar en el marco institucional de la MUD sus dudas y reconsideraciones.
Esta Dirección Política se reúne los miércoles, a las 4 de la tarde. Como la MUD no tiene una sede, los encuentros tienen lugar en distintas casas de partidos. Las respectivas militancias reciben en casa a las huestes de los otros. En un año se ha creado una familiaridad de la que el país terminará redituando. Han entendido que en una situación normal, lo normal es que los partidos vayan por su cuenta. En una situación de excepcional peligro, deben alinearse por la conveniencia del país. No hay opción, de manera que lo mejor es llevar la fiesta en paz y entenderse. La mayoría lo ha hecho; y es el caso que el grueso de las decisiones se han tomado por consenso, tras horas de conversación.
Siempre según el reglamento, los asistentes tienen derecho a una primera intervención de 5 minutos, por cada punto a tratar. Luego, hay sucesivas rondas, de 3 minutos. En representación de las organizaciones asisten un principal y un alterno. Cada encuentro queda documentado en una minuta donde queda constancia de los acuerdos.
La Secretaría Ejecutiva, que encabeza Ramón Guillermo Aveledo, trabaja en una pequeña oficina. Su aporte es ad honorem y él financia su propio teléfono. Hay, además, un Consejo de la Unidad Democrática, que convoca un total de 50 organizaciones. Y 14 Comisiones Técnicas integradas por expertos de las áreas clave (espigados no solo de los 16 partidos de la Dirección Política sino del medio centenar del Consejo ampliado, donde hay notables representantes de la sociedad civil).
La parte mala es que hay centenares, ¿miles?, de aspirantes para 167 curules y sus suplentes. Muchos quedarán afuera. Su comprensión de la circunstancia los hará héroes.
El Nacional, 11 de abril de 2010
Creo que su opinión tiende a ser optimista, Sra. Milagros. En teoría la MUD es eso que usted expone en su artículo, pero en la práctica la Mesa de Unidad no es más que una utopía, meras nostalgias que dicen.
Saludos.