Podel Populal / Código Venezuela 5-1-2011

Podel populal: así comienza el 2011 (III)

El nuevo presidente de la Asamblea se convierte en el hazmerreír del país con su primera alocución.

Milagros Socorro

Entre tantas peculiaridades, Venezuela tiene una característica especialmente singular. Aquí se examina con severidad las expresiones verbales de las reinas de belleza mientras se toleran las burradas de los políticos y otras personalidad que gozan de alta exposición en medios de comunicación.
Hace unas semanas, una ex Miss Universe venezolana incurrió en un error en Twitter y las burlas fueron atronadoras. En cambio, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas, quien se estrenó hoy en su cargo con un discurso plagado de manipulaciones y lugares comunes en el fondo y de disparates en la forma, fue defendido por varios tuiteros quienes intervinieron para reclamar que los periodistas no resaltáramos la sistemática ignorancia “del pobre viejito”; o peor, para que no nos burláramos “del pueblo”.
“Podel populal” fue la frase más repetida. “Unifical las fuelzas”. “Al calgo que nos designa”. “Trabajal con el criterio del buen vivil”. “Que la AN se volque”… por centenares se cuentan las fallas de dicción y los atropellos a la conjugación de los verbos. Eso, para no detenernos en la ristra de falsedades sobre las que se sostuvo la perorata del diputado Soto, quien comete un grave abuso contra los electores a quienes representa al pasar la lengua por el molinillo de la ignorancia y el desprecio a las normas.
La herramienta de trabajo del Parlamento es el discurso oral y escrito. La palabra. Quien la desconoce está faltando a su deber básico de entender al otro, de hacerse entender y de comprender el mundo que lo circunda, operaciones que cumplimos fundamentalmente mediante el lenguaje.
Con el lenguaje se piensa. Y con el pensamiento se habla. Sin palabras no hay discernimiento. Y cuando el habla es torpe y mal pergeñado es síntoma de pensamiento deficitario. Usted dirá si Venezuela está como para que sus diputados cojeen de esa pata.
Lo otro es que, con la creciente difusión de las declaraciones e intervenciones de los diputados, éstos se han convertido, quieran o no, en modelos para los niños y jóvenes. Un congresista es una persona de poder. Crea leyes. Tiene tribuna. Sus iniciativas orientan el destino de las mayorías. Todo lo que hace, enseña. Su manera de hablar se convierte en guía a imitar.
No por nada, Vigotsky (autor muy citado en los materiales colados de contrabando en las computadoras portuguesas Canaima, que el gobierno ha repartido entre algunos escolares) insiste en que el lenguaje es parte integral y fundamental de nuestra formación y desarrollo. Vigotsky parte de que el habla es un producto social; y que las palabras contribuyen a delinear y afinar el pensamiento conceptual.
Dado que el pensamiento no sólo se refleja en el lenguaje, sino que lo determina, cuando un servidor público deforma y maltrata el lenguaje, está atentando contra las comunidades a las que se debe.
El escrutinio de la sociedad debe comenzar, pues, por la forma en que sus representantes y servidores usan la lengua común, que es nuestro principal patrimonio simbólico.

Código Venezuela, 5 – 01 – 2011

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *