“Ayer se demostró que los soldados no le van a parar bolas a quien pretenda ponerlos de espaldas a la Constitución”
El alcalde, candidato retirado a las primarias, se declara caprilista y afirma que ya está en campaña.
Milagros Socorro
El 31 de octubre del año pasado, Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, anunció su renuncia a participar en las primarias de la oposición, a las que se había apuntando en febrero. Poco antes, Acción Democrática y Copei habían confirmado su apoyo a la candidatura de Pablo Pérez, un respaldo que el propio Ledezma esperaba dada su larga militancia en AD, organización con la que llegó a varios cargos públicos.
En el momento de declinar su aspiración, Ledezma confesó que el desaire de AD le había dolido mucho, pero inmediatamente puntualizó que no era “tiempo de dejarse conducir por una ambición por más legítima que esta sea». Y agregó:
«No debemos cultivar ningún rencor, porque el encono quebranta la salud del alma al extremo de que el resentido termina aborreciendo la vida misma».
En esa rueda de prensa, Ledezma se puso a la orden de los otros candidatos y se postuló como “hermano mayor” de los contrincantes que seguían en la puja.
«Yo le dije a todos ellos, a Leopoldo (López), a Henrique (Capriles), a Pablo (Pérez), y a los que no son tan jóvenes como ellos, que soy el hermano mayor de todos esos muchachos y voy a trabajar por la unidad como el hermano mayor de todos los aspirantes”.
Realizadas las primarias, Antonio Ledezma mantiene esa tónica. En entrevista realizada al mediodía del lunes 13, el candidato retirado en octubre se declaró caprilista y advirtió ya está en campaña. Y se negó en redondo a comentar la eventualidad de que, si Acción Democrática y Copei lo hubieran apoyado a él, hubiera registrado un revés electoral.
“No voy a hacer adivinanzas, porque es hasta pavoso”, dijo Ledezma. “Mirar hacia atrás es provocar la tortícolis. Tenemos que mantener la mirada fija hacia el horizonte con el candidato que escogimos ayer. Considero que los resultados de las primarias que hicimos ayer son el producto del esfuerzo de cada aspirante y de cada comando. La campaña de Capriles fue mejor. Su mensaje caló más. Fueron desbordados los aparatos.
-Concuerda usted con quienes han concluido que los resultados suponen la debacle de AD y Copei?
-No. Supone un sacudón, un estremecimiento. Supone una invitación a repensar, tras lo cual estos partidos pueden volver a escribir una nueva historia con una fe de erratas. Las puertas que tienen a la mano estos partidos se abre a la autocrítica: deben hacer una encerrona para revisarse y considerar un relanzamiento.
-¿Usted participaría en esa encerrona?
-Yo estoy en la onda de contribuir generosamente a la recuperación de cualquier partido político en el país. Creo en la política decente, sin arrogancia ni revanchismo.
-Qué posibilidades le ve a Capriles Radonski para las elecciones presidenciales del 7 de octubre?
-Todas las del mundo. Lo de ayer fue un exit poll anticipado.
-Pero el gobierno dice que las primarias de la oposición fueron un fracaso.
-No hay peor ciego que el que no quiere ver. Lo de ayer fue apoteósico. Estamos hablando de 3 millones de personas que se movilizaron contra el miedo, contra las innegables presiones del gobierno, que se dedicó a amenazar al ciudadanía para que no concurriera a participar en el evento democrático. El gobierno lo que está es balbuceando porque ayer se desmoronaron tres mitos que mucho se han afanado en crear.
-¿Cuáles son los mitos que, según usted, se le cayeron al gobierno?
-Uno, que la unidad democrática no llegaría a las primarias. La verdad es que, pese a todas las triquiñuelas del gobierno, se ha consolidado la unidad. 2, ayer se demostró, sin lugar a dudas, que la fuerza armada no es títere de nadie. La FAN fue el gran testigo del proceso de ayer; esos soldados, esos tenientes, capitanes y mayores, que se hicieron presentes con el Plan República, hicieron que la gente que la gente se hiciera protegida y no amenazada. Los efectivos de las Fuerzas Armadas desplegaron una relación cordial con los ciudadanos y comprobaron con sus propios ojos que quienes se movilizaron ayer son gente como ellos, de los barrios y de las urbanizaciones, de todas las clases sociales y colores; que no son virtuales ni son agentes del imperialismo. Ayer quedó demostrado de manera fehaciente que los soldados no le van a parar bolas a quien pretenda ponerlos de espaldas a la Constitución. Y 3, que el Consejo Nacional Electoral es un organismo serio y solvente, que funciona muy bien cuando no está sometido a presiones. Ayer, el CNE dio los resultados a temprana hora. No hubo que esperar los gallos de medianoche. Eso demuestra que, cuando se tarda, es porque está siendo manipulado. Con el referéndum constitucional del 2007, tuvimos que ir a zapatear a la puertas del CNE porque no querían dar el resultado; y vinieron dándolo a la una de la mañana. ¿Por qué? Porque estaba en marcha un entramado perverso de manipulaciones.
-Hay quien dice que la unidad se va a fracturar después de las primarias. ¿Usted qué cree?
-Tengo absoluta certeza de que aquí va a privar la sensatez. Lo de anoche así lo indica: en la tarima de Capriles Radonski vimos una mezcla de grandeza, humildad y auténticos deseos de ganar. Las menciones que con toda espontaneidad hizo el candidato triunfador de quien hasta hacía poco habían sido sus contendores, es garantía de eso.
-¿Cuál es su mensaje para el país al día siguiente de las primarias?
-A los demócratas, que somos la mayoría y estamos en todas partes y en todas las parcialidades políticas, les recuerdo que tenemos que defender la vía electoral. Y al gobierno, que evidentemente ha visto las primeras como un revocatorio que ha perdido (porque movilizar 3 millones de personas en estas circunstancias es un anticipo contundente de lo que va a ocurrir el 7 de octubre) les advierto: ojalá no se pongan a inventar. Ojalá no prive el criterio de esos grupos radicales que creen que llegaron para quedarse toda la vida. Ojalá comprendan que el 7 de octubre serán sustituidos por un movimiento democrático, de unidad nacional.
Código Venezuela, 13 de febrero de 2012