Milagros Socorro
Elías Jaua fue el orador de orden en la Asamblea Nacional este 5 de julio, al conmemorarse la Declaración de la Independencia. Y según reseñó la prensa del gobierno, el encapuchado devenido canciller ofreció “un magistral discurso […] cuya esencia es reivindicar el orgullo de ser parte de la Venezuela Rebelde y alertar contra el germen fascista”.
En su disertación, donde, por cierto, Jaua hace una exhibición de citas que asombran al lector consciente de que su etapa universitaria transcurrió menos en las aulas que en las calzadas donde quemaba camiones de microempresarios. Pero veníamos diciendo que en su disertación, Jaua aludió a Domingo Alberto Rangel como “ese gran referente moral que también se nos fue”.
Asombrosa consideración, puesto que el columnista no se ahorró insultos para Chávez y su régimen, al que muchas veces conceptuó de fascista.
Veamos lo que DAR pensaba de Chávez: “Es un farsante”. “Un gran demagogo, halaga y orienta a los bobos con la demagogia que despliega desde el poder”. “Tuve una entrevista con él y cuando salí, lo hice decepcionado, y comenté que Chávez era el típico caudillo ramplón y falso”. “Un gran chantajista profesional. Chávez no es más que un bribón enfrentado a unos patarucos, que son sus opositores. [el suyo] es el gobierno más corrompido de Venezuela, más todavía que los gobiernos de la 4ta. República. […] más que ningún otro presidente de la República, ha estimulado la corrupción. […] a él no hay que creerle nada, es un mentiroso. Es necesario racionarle las mentiras”. Cuando le preguntaron lo que más le desagradaba de Chávez, dijo: “No me parece un hombre valiente, fíjese que el 4 de febrero corrió a refugiarse en el Museo Militar […] No digo que sea un completo cobarde, pero es más valiente de palabras que de hechos. Chávez es un genio de la guerra de micrófono, y como lo hacía Joseph Goebbels, es bueno en hacer propaganda y sacarle punta a todo”. “Chávez oscila entre pintoresco y simpático. Tiene gracia, como la tuvo Panchito Alcántara quien decía que el Tesoro era como el Guaire, todos tienen el derecho de meter allí su pichagua y solo se discute el tamaño de la pichagua”.
Tampoco a su gobierno lo tenía en muy alta estima que digamos: “Qué va a ser una revolución. Será contra el tesoro. […] Decir que este Gobierno es socialista es una farsa. Si aquí hubiera un sistema socialista, las comisiones que cobran Diosdado Cabello, José Vicente Rangel y Aristóbulo Istúriz tendrían que estar colectivizadas, socializadas”.
Es notable también que ese fascismo al que Jaua apuntó varias veces en su plática (para sazonar las amenazas a la oposición), corresponde, según DAR, al régimen instaurado por Chávez: “Un movimiento tan rupestre no puede tener ideología, pero lo que podría sustituir en él a la ideología es de neto corte fascista”. “El descarado y obsesivo culto a la personalidad es otro rasgo que identifica a nuestros bolivarianos con el fascismo de todas las coloraciones y variedades”. “Chávez está por encima de los estatutos del PSUV y eso es típico de los partidos fascistas”. “El actual régimen, el partido que lo encarna, Psuv, y el comandante Chávez son fascistas. Nada tienen ellos, sin excepción, con el marxismo, con la izquierda o con la revolución. Todo en elrégimen de hoy evoca la Alemania de Hitler. El carácter militarista, ante todo, es ya el “trade mark” inconfundible del presente gobierno y era, también en la Alemania nazi, la etiqueta más visible”.
Lo más triste es que Jaua intentó un elogio hacia los militares, quienes, según documentó DAR, lo desairaron en su momento. La cita que sustenta este desprecio es, por cierto, la única ocasión que el maestro Rangel lo nombró a él: “Tan intolerantes son los militares chavistas que en días pasados hicieron regresar desde La Habana a Venezuela, al mismísimo comandante Chávez para disipar una aguda crisis creada por un grupo de oficiales bolivarianos en Fuerte Tiuna quienes anunciaron sin tapujos de no concurrir al desfile del 5 de Julio si lo presidia Elías Jaua. El pobre Jaua se dará cuenta de que los desertores de la izquierda tienen que maldecir, de manera pública y reiterativa, su propio pasado si quieren hacer carrera”.
Para terminar su alocución, el “pobre Jaua” gritó: “Viva el Comandante Chávez, redentor de los pobres de esta tierra”. Ya no es Cristo.
Publicado en El Carabobeño, el 10 de julio de 2013