Milagros Socorro
La impunidad es factor de inseguridad ciudadana y es un tormento que se agrega al suplicio que viven los familiares de las víctimas de la violencia.
En Venezuela, la falta de justicia llega al extremo de que, según Nelson Fréitez, sociólogo y profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, “el 95% de quienes cometen delitos están en la calle. El mensaje que recibe el delincuente es que puede seguir infringiendo la Ley sin ser castigado”.
Esta perspectiva es refrendada por el criminólogo Fermín Mármol, quien afirmó hace unos días, -a propósito del cruel asesinato de la pareja Berry-Spear, que conmocionó al país y nos puso ante los ojos la verdadera situación de anomia que estamos viviendo-, que «las instituciones públicas en Venezuela no cumplen con su labor de prevenir y reprimir el delito; y eso hace que solo se resuelvan ocho de cada 100 asesinatos».
«La impunidad”, dijo Mármol León, “genera imitación, hace que muchos jóvenes se sumen a las filas de las bandas criminales porque ven el delito rentable y de poco riesgo».
En suma, el delincuente no tiene razones para no serlo. Sabe que no va a ser castigado y las instituciones solo se movilizan ante casos que resultan demasiado visibles para la opinión pública nacional e internacional.
Al mismo tiempo, los casos son tantos que irremisiblemente van saliendo del debate, se van arrumbando como las cosas viejas. Los crímenes quedan sin mostrar y las victimas van cayendo en el olvido. Es como si nunca hubieran existido.
Esa especie de borramiento paulatino de la causa de la víctima aumenta la angustia y desazón en los deudos, que ven en la falta de justicia una declaración de que el hijo o el hermano muerto no era nadie, no merecía siquiera una investigación policial y la aprehensión de los culpables. “Es como si hubieran matado un perro”, me dijo el padre de un joven asesinado, ante la ausencia de respuesta de las instituciones.
En los Estados Unidos se ha hecho conocido el caso de Bill Comeans, de Columbus, Ohio, asesinado hace 34 años, cuando era un adolescente. Hasta la fecha el crimen no se ha resuelto. Sus familiares ignoran qué pasó, de quién fue la mano criminal que lo estranguló con su propia bufanda el 7 de enero de 1980 y lo dejó tirado a una cuadra de su casa donde su padre lo encontró ya agonizando.
Desesperados por la falta de respuestas, los Comeans decidieron crear una cuenta de Twitter con el nombre de @BillComeans; y por esa vía reclaman justicia a través de mensajes escritos en primera persona, como si fuera el propio Bill quien los enviara desde el más allá.
«Hace 34 años fui asesinado. Tenía 14 años y toda mi vida por delante. En este tiempo mi familia no ha dejado de buscar a mi asesino”.
“Mamá y papá quedaron devastados cuando tú me asesinaste…”.
La primera persona, con su enorme carga expresiva, impacta al lector con una eficiencia mucho mayor que la que logran los despachos de prensa y ya no digamos las estadísticas.
Hace una semana, la cuenta de Twitter VVSincensura @VVperiodistas estuvo publicando una serie de estremecedores mensajes cuyo objetivo era el mismo, devolverle identidad a las víctimas e iluminarlas con el afecto de quienes los amaron. Aquí una breve muestra:
-Mi amigo Leo marcano 08-12-13 Tronconal 3 Barcelona lo mataron de 1 tiro para robarle su celular vía @karenramirz.
-Miguel Carvajal GN Asesinado el 29/12/12.Llegando a un Taladro en El Tigre. Le dieron 2 tiros. Impune vía @AnaJuliaCH10
-En 2008 asesinaron a tiros y dejaron su cuerpo en un barranco al prof Antonio Francés de IESA. Amigo y colega vía @lorenzodavalos
-Mi primo Jose Miguel 16 años Barquisimeto, lo mataron por gusto de un tiro cuando compartia con amigos vía @yaitza_ram
-Mi padrino de promo excelente cirujano Carlos Albertini asesinado 17/09/2009 en San Cristóbal por robarle su anillo de boda vía @helekaryn
-Moisés Canelon asesinado a tiros en Junio 2013 vía Cubiro Edo Lara p/robarle la carga de verduras.Deja 1 niña. Era mi primo vía @yam_i1980
-Argenis Zerpa Araque, asesinado x Sicarios en su propio negocio, Sta Elena de Arenales Edo #Merida vía @AsdruuGarciia
-Mi amigo el Dr. Ricardo Requena volcó su carro y murió al ser perseguido por 2 motorizados para robarlo 2013 vía @hemodinamiaGJLB
-Mi hermano Abog Hector Gutiérrez V.,49, asesinado a 1cuadra de Contraloría, entre 4 hijos huérfanos niño de 4 años vía @Nantronica
-Mi hijo Jean Carlos Humbria , asesinado el 19/ 12/ 2009 para robarle un celular vía @chactualidad
-Mi tio Jaramil Navarro asesinado el 22/02/11 por sicarios que siguen libres al igual que el asesino intelectual vía @Nollyta
–Mi sobrino Erick Alfonzo, lo mataron para robarle el carro al amigo con quien estaba el 17 sep. 2010. Cero detenidos vía @JessicaVBC
La lista es enorme.
Publicado en El Carabobeño, el 15 de enero 2014