El cine según… Daína Chaviano

Daína Chaviano es escritora cubana, residente en Estados Unidos. Entre muchos libros, es autora de El hombre, la hembra y el hambre (novela, 1998) .Su más reciente novela, La isla de los amores infinitos, ha sido publicada en 27 idiomas. Su sitio Web es www.dainachaviano.com

–¿Qué estrella de cine persiste en su admiración desde su infancia?

–Charles Chaplin. Cuando era niña, todos los domingos había un programa de televisión que se llamaba La Comedia Silente. Lo animaba un señor llamado Armando Calderón, al que le decían “el hombre de las mil voces”, y no por gusto. Poniendo toda su imaginación a funcionar, iba narrando esos cortos silentes de la época del cine mudo y armaba unos diálogos a partir de aquellas escenas que eran lo más delirante que nadie imaginara. Abuelos, padres e hijos adorábamos aquel programa. A mí me encantaban los cortos de Charlot, el personaje del bastón que inmortalizó a Chaplin. Los he visto muchas veces en diferentes etapas de mi vida. Es de las pocas experiencias de mi infancia que siguen produciéndome la misma impresión. Esa alegría pura y simple que tantos de perdemos al llegar al mundo adulto, es algo que Chaplin siempre hace el milagro de mantener vivo en mi interior.

–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?

–Yo diría que casi todo Antonioni. Siempre me pareció terriblemente pretencioso y engolado.

–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?

–Creo que fue Soldado Azul, un filme norteamericano de los años 70 que pocos recuerdan. Fue protagonizada por Candice Bergen y Peter Strauss. También trabajaban Donald Pleasence y el actor mexicano Jorge Rivero, en el papel del jefe indio Lobo Moteado. Presenta el lado casi siempre oculto de la conquista del oeste y las matanzas que sufrieron las tribus americanas frente al ejército invasor blanco. Es también una historia de amor, casi un triángulo amoroso, con actuaciones inolvidables por parte de los implicados. La primera vez que la vi, salí del cine llorando, pero mi espíritu masoquista me llevó a verla decenas de veces. Es una película maravillosa.

–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?

–Kill Bill. Fue la última vez que lo intenté con Tarantino. Antes me había pasado lo mismo con su Pulp Fiction. Nunca he entendido por qué la gente se ríe en medio de esas escenas tan violentas y sangrientas. No me gusta para nada el “gore”. Es algo que me asquea… igual que todo el cine de Tarantino.

–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?

–Dos cosas: los clichés y el exceso de violencia sin justificación dramática.

–¿Ha copiado alguna vez un modelo de vestido, un peinado, un gesto o una actitud de algún actor o actriz?

–Cuando era adolescente, en varias ocasiones. Pero mis modelos femeninos eran un poco extraños, nada glamorosos. Recuerdo a Oriana, la extraterrestre de la película checoslovaca Operación Bororo, que se infiltra en la Tierra en busca de una planta misteriosa que solo conocen los indios de la tribu Bororo, en el Amazonas. Otra fue Cresta Maribel Lee, el personaje que interpretaba Candice Bergen en Soldado Azul. Como modelo femenino era un desastre ambulante, porque se comportaba del modo más socialmente incorrecto y menos apropiadamente femenino, según cualquier canon occidental. Por eso mismo me atraía. Otro personaje que me fascinó fue Sybylla, que interpretó Judy Davis en el filme australiano Mi brillante carrera, sobre la vida de una adolescente pobre que quiere ser escritora y se resiste a participar de los convencionalismos de la sociedad. Esa era la clase de personajes que admiraba.

–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?

–Es difícil decidir. Soy una llorona profesional. Lloro hasta con los clásicos de Disney, algo de lo que se burlan mis amigos. No me es fácil explicar por qué lo hago. A veces es simplemente por la historia. Otras veces, por la emoción que me provocan las imágenes, aunque la historia no sea triste. Entre las que recuerdo que me dejaron llorando horas (e incluso días), están The Color Purple, Sophie’s Choice, Soldier Blue, The French Lieutenant’s Woman (La amante del teniente francés), E.T, el extraterrestre, Somewhere in Time (Pide al tiempo que vuelva), Brokeback Mountain (Secreto en la montaña), A.I. (Artificial Intelligence).

–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?

–No creo que tenga una sola. Algunos títulos que recuerdo entre los más hilarantes son: Tiempos modernos (de Charles Chaplin), Esperando la carroza (protagonizada por el argentino Antonio Gasalla, en su genial papel de Mamá Cora), Some Like it Hot (con ese trío inolvidable de Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon), Divorcio a la italiana, (con Marcello Mastroianni y Stefanía Sandrelli), Arsenic and Old Lace (en Cuba se estrenó como Arsénico para los viejos), una comedia deliciosa de Cary Grant, dirigida por Frank Capra.

–¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?

–Colin Firth, cuando interpretó a Mr. Darsy en la serie inglesa Orgullo y Prejuicio.

–¿Quiénes son la actriz y el actor que más admira en la actualidad?

–La verdad es que tengo varios favoritos en ambas categorías. Pero si debo nombrar a uno, entre los actores me quedo con Kevin Spacey, que hace maravillas con cualquier personaje que le toque interpretar. Entre las actrices votaría por la octogenaria Maggie Smith, que lo mismo interpreta a una profesora de magia que a una aristócrata victoriana con el mismo toque de autenticidad.

–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?

–Leonardo DiCaprio.

– ¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?

–Sí, cuando andaba por los veintitantos años. Tomás Piard, un director de cine independiente que aún vive en Cuba, me convenció para que actuara en tres de sus películas experimentales. Luego él y el escritor Antonio Orlando Rodríguez (Premio Alfaguara 2008) quisieron que apareciera en un filme corto para televisión. En esa época, Antonio escribía los guiones de una serie dirigida a jóvenes y niños, titulada “El bolsillo del duende”, donde cada capítulo era una historia independiente. La verdad es que no tenía ninguna intención de hacerlo. Para sacármelos de encima, le dije a Antonio que si creaba un personaje que no hablara, se vistiera con un traje largo y se paseara de un lado a otro, entonces lo haría. Me olvidé de eso, segura de que jamás podría cumplir con mis requisitos. A los pocos días se apareció con el guión de Adorable fantasma, y tuve que cumplir mi promesa.

–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?

–Un par de amigos me han dicho que me parezco a Sela Ward.

–Cuando se lleve al cine su vida…

Género: Fantasía. Director: Steven Spielberg. Actriz que hará mi papel: Liv Tyler. Actores y actrices en otros roles: Dakota Fanning, Patrick Stewart, Colin Firth, Cate Blanchett, Helena Bonham Carter. Comienzo: Mi infancia, a los 5 años, jugando en un jardín y hablando con seres invisibles que solo yo veo. Escena cumbre: Mi primer viaje astral a los 28 años.

–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?

–Odio las cámaras de cualquier tipo. Lo que menos necesito en mi vida es que alguien me esté apuntando con uno de esos aparatos para grabar lo que hago y digo. Soy muy introvertida. Me siento mucho más a gusto escribiendo, escondida en mi casa.

 @MilagrosSocorro

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