Milagros Socorro.- Silda Cordoliani es escritora venezolana. Licenciada en Letras por la UCV, hizo estudios de posgrado en cine y literatura en la Universidad de Barcelona, España.
Es autora de los libros de relatos:Babilonia, La mujer por la ventana y En lugar del corazón. Además de contar con algunos títulos en coautoría, también ha publicado Sesión continua (ensayos sobre cine), varios libros de información para niños y Pasaje de ida (antología de testimonios).
–¿Qué estrella de cine persiste en su admiración desde su infancia?
–Paul Newman, por su misteriosa y penetrante mirada azul y porque nunca se separó de Joanne Woodward. KatharineHepburn, por su exquisita manera de hacer reír y por su noble fidelidad a Spencer Tracy.
–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?
–La vida es bella. Insoportablemente manipuladora.
–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?
–Lo que el viento se llevó. Dos grandes clásicos de amores tormentosos e imposibles marcaron mi adolescencia: esa película y la novela Cumbres borrascosas. A ambas volvía una y otra vez.
–¿Cuál es el mal actor (o mala actriz) cuyas interpretaciones usted, sin embargo, disfruta?
–Las mejores y más divertidas malas actuaciones se encuentran en las telenovelas, antes en las mexicanas, ahora en las mayameras. María la del barrio fue durante un tiempo mi programa cómico favorito.
–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?
–Taita Boves, por la insufrible sobreactuación del actor principal y por su violencia de cartón piedra.
–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?
–Que se empeñe en obligarme a llorar; es decir, no soporto las películas truculentas, manipuladoras, interesadas solo y únicamente en sacarte lágrimas.
–¿Ha copiado alguna vez un modelo de vestido, un peinado, un gesto o una actitud de algún actor o actriz?
–Sí, claro. Le rogaba a mi mamá que me hiciera vestidos como los de Marisol. Me peinaba como ella y frente al espejo la imitaba cantando y bailando: “La vida es una tómbola, ton, ton, tómbola…”.
–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?
–Recuerdo que solté el llanto en la última escena de País portátil, a lo mejor ese día estaba especialmente sensible, no sé… Pero la película más profundamente triste que he visto en mi vida, en la que mantuve los ojos húmedos desde el principio hasta el final, se llama Shame, dirigida por Steve McQueen en 2011. Su siguiente film, 12 años de esclavitud, me defraudó por completo.
–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?
–Recuerdo que dos veces me caí del asiento de tanto reírme. Fue con El mundo está loco, loco, loco y con La fiesta inolvidable. La primera es una película coral, en la segunda todo depende de la genialidad de Peter Sellers.
–¿Cuál es la peor película que ha visto en su vida?
–Muchas. En algunas me he salido del cine, otras las vi hasta el final sólo porque eran de ciencia-ficción (a veces las películas de ciencia-ficción ganan mucho cuando son malas).
–¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?
–Siempre amaré a Paul Newman, ni siquiera Brad Pitt ha logrado desplazarlo.
–¿Qué parlamento de película suele citar en sus conversaciones?
–No lo cito especialmente en mis conversaciones, pero sí me lo digo cada vez que no le encuentro salida a algo. Es la gran frase de ScarlettO’Hara personificada por Vivan Leigh: “… ya lo pensaré mañana, mañana será otro día…”.
–¿Quiénes son la actriz y el actor que más admira en la actualidad?
–Aparte de las viejas actrices inglesas, como Vanessa Redgrave, Maggie Smith o Helen Mirren, está MerylStreep. Aunque no me guste la película, su capacidad histriónica siempre me deja pasmada. Es un monstruo, un perfecto genio.
–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?
–Reconozco que a veces es un buen actor, pero detesto su carita de niño bueno, no me trasmite nada. Se llama Leonardo DiCaprio. Menos mal que ya está envejeciendo.
–¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?
–En el café de Humanidades de la UCV, cuando estudiaba Letras, se me acercó una vez alguien para preguntarme si estaba dispuesta a hacer un casting para el personaje de Eréndida. Le dije que sí, claro está, pero luego no supe más nada. Creo que ese proyecto de filmar La cándida Eréndida y su abuela desalmada nunca llegó a buen puerto.
–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?
–Cuando tenía como 13 años uno de mis tíos insistía en que me parecía a Sofía Loren. Tiempo después Manuel Bermúdez volvió a decírmelo y desde entonces siempre que me veía me llamaba así. Y hace muy poco Maruja Dagnino me sorprendió calificándome como la Sofía Loren tropical. ¡¿Qué tal?!
–Cuando se lleve al cine su vida…
–De ser una tragedia sólo aceptaría para mi papel a Irene Papas. Si fuera una comedia buscaría a una actriz que tuviera la dulzura de MegRyan y el cínico despiste de MayimBialik en The Big BangTheory. En el primer caso el director tendría que ser, por supuesto, Michael Cacoyannis; en el segundo, alguien como George Cukor. Lo demás no importa, que hagan lo que quieran.
–¿Qué película está ligada a su vida?
–Son demasiadas, pero hay dos que sé cambiaron mi forma de ver el mundo. De la primera no recuerdo casi nada, estaba muy niña y no he querido volver a verla, se llamaba El RollsRoyce amarillo. Luego está Cabaret, con la que me hice adulta. El trío de Liza Minelli, Michael York y Helmut Griem me abrió los ojos a la amplitud del amor; y la escena del niño cantando “Tomorrowbelongsto me” de alguna manera me hizo comprender mucho de eso que Hannah Arendt llamó “la banalidad del mal”.
–¿Cuál es la historia que el cine nacional debe filmar cuanto antes?
–La verdad de estos últimos 15 años en Venezuela, aunque sospecho que aún nos falta mucho por conocerla completamente.
–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?
–Ignoro la razón, pero juro que me hubiera encantado.
@MilagrosSocorro
que maravilloso viaje en el Rolls Royce Amarillo,
Lo que el viento se llevo,
el Duisberg de Shanghai