Milagros Socorro
Este año, Oscar D’León, el Diablo de la Salsa, (Caracas, 1943) conmemora tres décadas de carrera artística. De paso por Caracas, donde apenas recala, reclamado como vive por los grandes escenarios de Estados Unidos, Europa y Asia, celebra la fecha con una velada que ha marcado su entrada al Teatro Teresa Carreño.
-¿Cómo se imagina la vida después de la muerte?
-No me la imagino.
-¿Qué olor lo devuelve a la infancia?
-El del café con leche.
3. ¿Cuál es su autor favorito?
No soy muy buen lector, pero sí disfruto mucho a Vargas Llosa y García Márquez y uno a quien no leí porque me trató tan mal que quedé sentido: Uslar Pietri.
5. ¿Cuál fue la mejor película que vio?
–El exorcista.
– ¿Qué hora prefiere para el amor?
-La tarde, el día, la claridad.
– ¿Cuál ha sido el cambio de look más radical de su vida?
-Cuando me quité todo el cabello, hace como cinco años.
-¿Cuál es su sueño recurrente?
Sueño que no llego a tiempo al espectáculo.
-¿Qué obra de la arquitectura lo emociona?
-Me impresionó una fuente en el Paseo de la Reforma, en México.
¿Qué música busca por instinto?
-La música cubana de la época de los años 40 y 50.
– ¿Cuál ha sido la peor imprudencia de su vida?
-Ser muy jactancioso en una época en que andaba lleno de joyas, comprando carros cada mes y más trajes de los que podía usar en toda mi vida.
– ¿Cuál fue el motivo de su fiesta inolvidable?
-Mis 15 años. Papá me los celebró con todo.
– ¿Dónde le gustaría estar sentado?
-En mi escuela de béisbol para niños. Se llamará Cirilo Simoza, que es mi tío.
– ¿Cuál fue el primer pensamiento de este día?
“Tengo que pagarle a mis empleados”.
– ¿Cuál fue su último motivo de celebración?
-Cuando nacieron mis morochitos, hace ocho años.
– ¿Qué lo acompleja?
-Me siento mal con los tatuajes que me hice de muchacho.
– ¿En qué amuleto sigue creyendo firmemente?
-Mi mente.
– ¿Qué obra de arte sustraería de un museo para tenerla en su casa?
-Una escultura de Botero que vi en la Avenida Las Américas, en Nueva York.
-¿Cuál es el único ritual imprescindible en su vida?
-Hacer ejercicio físico.
– ¿En dónde queda el paraíso?
-En una tarima.
– ¿Ama a Dios sobre todas las cosas?
-Amo a mi Dios, sí.
¿De qué se sigue arrepintiendo?
-De no haber comenzado en la música más temprano. Me inicié a los 28 años.
– ¿En qué lugar le gustaría que lo sorprendiera el fin del mundo?
-En la tarima.
– ¿Cuál es el ingrediente imprescindible en su comida?
-La sal y el azúcar.
-¿Cómo le gustaría morir?
-Del corazón, en la tarima.
– ¿Qué miedo de la infancia conserva?
-Todavía me espanta un choque de vehículos. Jamás me quedo a verlos cuando ocurren.
– ¿Cuál es el motivo de su último desvelo?
-Hace unos años me pasé una noche en vela porque estaba en el interior de Venezuela con mi orquesta y la que es hoy mi esposa no contestaba el teléfono en Caracas. Perdí la cuenta de las veces que me bañé a ver si me calmaba. Estaba muerto de los celos.
– Un verbo para conjugar en futuro.
-El verbo vida. Quisiera reencarnar en mí mismo.
– ¿En qué invertiría los restos de su cuenta de ahorros?
-Los niños serían los beneficiados con eso.
– ¿Cuál es el aparato que quiere que inventen?
-Uno que, al ponérselo la gente, elimine la hipocresía.
– ¿Qué tema elude recurrentemente?
-La política.
– ¿Qué se ha robado?
-De niño, me robaba los refrescos de los camiones de distribución.
– ¿Qué personaje borraría de los libros de historia?
-A ninguno.
-¿Cuál es el régimen político ideal?
-El que hace política para el país.
– ¿A qué mujer/hombre de la ficción le gustaría volver de carne y hueso?
-Eliot Ness, el de Los intocables
-¿Qué hazaña deportiva lo ha conmovido?
-Una Serie Mundial que los Piratas les ganaron a los Yankees, porque Carlton Fisk había pegado un jonrón.
– ¿Qué acto político lo sigue enfureciendo?
-La demagogia de cualquier mandatario.
-¿A quién admira en secreto?
-A Juan Luis Guerra.
Año 2001